La forma más actual de retrato es el “selfie”, un tipo de imagen que ya es un fenómeno social y que nunca está de más dominar.
TRUCOS PARA UNA SELFIE GENIAL
1. Elige un lugar ni demasiado iluminado ni demasiado oscuro.
Un elemento básico en cualquier fotografía es la iluminación. Si la luz es demasiado intensa se remarcarán detalles de nuestro rostro que ni si quiera al natural se nos verían, pero que al captarlos en 2D, en fotografía, no nos favorecen. También nos encontraremos con que si hay poca luz se nos endurecerán las facciones y se harán sombras bastante extrañas. Por lo que lo mejor es una luz intermedia, ni muy fuerte ni muy tenue.
Además, siempre es mejor hacer las fotografías con luz natural que con la iluminación de un foco, ya que generalmente cambia el tono de la piel y, si es muy cenital (por encima de nuestra cabeza), no resulta favorecedora.
2. Fondo neutro o cotidiano.
Seguro que recuerdas el típico “fail” en un selfie en que aparecen montones de ropa sucia, el W.C. al fondo, un pobre familiar que no tenía intención de ser fotografiado… Cuando vayas a hacer una selfie, comprueba que estás en un entorno adecuado, es genial que se trate de un lugar cotidiano, ya que acerca a quienes ven la fotografía a tu entorno, pero no hace falta que se vean inmersos en el mismo baño de nuestra casa.
Generalmente, es mejor buscar un fondo con colores lisos o texturas interesantes como muros, paredes, cortinas curiosas o, de hecho, cualquier espacio que puedas controlar.
3. Mantenerse quieto.
Esto es bastante complicado, ya que a veces nos cuesta bastante encontrar la forma de sujetar el móvil sin que se nos caiga o tiemble mucho. Algunos aseguran que la mejor forma de evitar selfies borrosos es respirar profundamente, relajarnos y posar.
4. Saca muchas fotos, relájate.
La primera foto que sacas nunca suele ser la mejor, hazte tantas fotos como necesites y elige la que más te guste. Una selfie es algo divertido y que puedes hacer tantas veces como quieras. Tómate tu tiempo y ¡sonríe!.
5. Tu mejor ángulo y perfil y, de vez en cuando, creatividad.
Es bueno conocer tu mejor ángulo, el más favorecedor, y no hacerse fotos de frente, sino girando un poco la cara, sin ponerse de perfil, sólo lo justo para que no sea una foto demasiado frontal.
Eso sí, de vez en cuando, siempre está bien probar con distintos tipos de selfie. Por ejemplo, sacar sólo una parte de la cara para dar protagonismo a algo que has visto o para destacar un estado de ánimo. Las combinaciones son infinitas.
6. Nada de espejos.
Esto, al parecer, se ha convertido en una regla entre los que más selfies se hacen. No necesitas que salga un espejo en tu selfie, ya te ves a través del teléfono, además, nunca sabes a quién o qué reflejará el espejo.
7. Selfie con motivo.
Quiénes te siguen en Instagram disfrutan viendo tus fotografías y tus selfies, pero aún lo agradecerán más si les cuentas algo a través de ellos. Por ejemplo, notificando un nuevo corte de pelo, el descubrimiento de un nuevo bar al que ir, etc. También se aconseja hacerse selfies acompañado, de esta forma podrás recordar más adelante aquel día que tan bien lo pasaste.
8. Alarga ese cuello de cisne.
A veces, al tomarnos una selfie adoptamos posiciones realmente extrañas. No lo dudes: alarga el cuello y pon los hombros en una buena posición, mantente erguido(a) y busca tu ángulo.
9. El selfie mejor desde un poco arriba y ligeramente ladeado.
Según parece, ninguna fotografía favorecerá si se saca desde abajo, pero tampoco si es demasiado cenital. Busca un punto por encima de ti que te favorezca y ladea el rostro.
